*
Hoy me vino la gana,
que no las musas.
Hoy no tengo pretextos ni disculpas,
para cantarte a ti,
para escribirte un verso y descolgarte desde aqui,
hasta las ganas de la mañana, ya por venir.
Hoy primero del segundo del año,
mientras este hombre rompe el espacio,
para inventarse al fin,
para mirarlo todo en el silencio y de pérfil,
tomo sus manos como escenario,
para exisistir.
Y es que no importa que digan que está trillado,
hablar de amor, ¡Qué maldigan!,
si no han probado la noche en sus brazos de sol.
Se detiene el reloj sobre nosotros,
caen las diez que resbalan por sus hombros,
y se cuela la luz, que se enreda en tu pelo,
pero la liberas tú.
Oro y diamante por un instante de tono azul.
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